Hay días que se levanta uno minucioso. Y quieres describir con todo lujo de detalle las ventanas, las farolas, la magnitud de la plaza, los edificios... No quieres que se te pase ningún elemento. Y te olvides del tiempo que estás dibujando y hasta de la gente que pasa o te rodea.
Otros sin embargo, te olvidas y dejas fluir. Y te dan igual las proporcionas, las perspectivas, los detalles.
Lo importante es divertirte haciendo lo que más te gusta. Y con el baile de edificios te unes al ajetreo del lugar, de las personas que van y vienen.
Y otras veces sólo tienes cinco minutos y un lápiz multicolor y un rotulador negro...
El problema es cuando pasados los días juntas los tres dibujos... Y piensas...
"Tú problema no es que no tengas un estilo definido, tu problema es que no tienes la cabeza en tu sitio..."
Lo que yo digo... A veces pienso que no se... Ni dónde estoy ni cómo me llamo....
P.D.- Por cierto y por curiosidad, cúal os gusta más de los tres...
Manu, a mí el que más me gusta es el primero. El segundo me pone nerviosa y el tercero me confunde. El primero,en cambio, me da sensación de armonía y equilibrio.
ResponderEliminarPreciosos los tres.