La semana pasada he estado en Roma unos cuantos días. Y si bien estuve el año pasado, y ya es mi tercera vez, vuelvo entusiasmado y enamorado de la ciudad de nuevo.
Mi intención era pasear mucho, disfrutar de esta época del año, que ofrece una luz y ambiente especiales, perderme por Iglesias y Plazas fuera de los recorridos habituales y dibujar...
Para mi era toda una novedad lanzarme a la calle con mi cuaderno en la mano y tener el propósito de pintar del natural y en el momento. Dibujar rápidamente, y sin pensar... De pie y rápido, muy rápido, que el frio no perdona... Y yo soy muy friolero...
El segundo día paseando alrededor del Foro me paré delante de un poyete y rodeado de japoneses, me puse a dibujar el templo de Saturno. ¡Mira que se echa de menos una regla y un lápiz cuando no se tiene...!
Templo de Saturno
Una de las noches me senté en la Fontana de Trevi. Podrá ser un lugar tremendamente típico, pero a mi me sigue resultando muy especial... Me centré en el rey Océano, y el díbujo dió pie a entablar una conversación con una parejilla brasileña muy simpática de viaje por Europa, que me pidieron que les enseñara todos mis dibujos..
Fontana de Trevi
Otro de los sitios que nunca me pierdo es la Plaza del Quirinal. Y eso que tiene un tráfico horrible, pero la vista del Vaticano es magnífica y San Andrea y San Carlo Alle Cuatre Fontane están bien cerca...
Quise dibujar el obelisco y a los dioscuros de la Plaza. Soy consciente de que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia... Pero es que el viento helado cortaba la cara en ese espacio tan amplio y ante eso... Aguanté cinco minutos...
Plaza del Quirinal