Las horas en casa, cuando se está medio griposo, son una auténtico rollo. No hay cuerpo ni ganas para hacer nada, sólo vegetar en el sófa, esperando que la cabeza de un respiro.
Realmente, estas condiciones no son las más apropiadas para dibujar nada, pues es muy probable que salga un auténtico "churro" que acabe en la papelera...
Por otro lado, hace muchos meses que no retrato a nadie de la Fiesta de Julia Kay, y ando bastante desentrenado en esta práctica que me divertía y evadía tanto.
Quizás por las décimas de fiebre se me ocurre la idea peregrina de retratar hoy a alguien. Tirado en el sofá, con poca luz y haciendo equilibrios entre foto y cuaderno para que no caigan al suelo...
Y sólo a mi se me ocurre coger como modelo a Pepe Farrés. Grandísimo retratista que hace auténticas maravillas con el carbón y el pastel. (Aquí os dejo un enlace a su blog para que lo disfrutéis).
Y espero que él me perdone por haber "retratado al retratista"