Este trabajo parte del encargo realizado por la Archicofradía del Santo Entierro, de la ciudad de Oviedo. La petición responde a la necesidad de crear una portada para las nuevas Constituciones de la Corporación aprobadas el pasado año 2014.
Sin requisitos previos en relación al plazo de entrega o condicionantes, la único reseñable era la necesidad de incluir el texto alusivo a las mismas reglas.
El soporte empleado ha sido papel SuperAlfa 250 gr, y pinturas acrílicas, así como rotuladores calibrados Unipin 0.01 y 0.02 y Posca de pincel dorado.
El diseño de la orla toma elementos inspirados en los grutescos del artista francés del Siglo XVII, Jean Bérain, iniciador del estilo "Régence". Con ello se escogen motivos contemporáneos a la fundación primitiva de la Cofradía, unión y refundación de dos anteriores en los años 1652 y 1664.
La decoración vegetal queda enmarcada entre líneas rectas y curvas dispuestas en simetría a cuatro caras.
Por su parte los colores utilizados refieren, en primer lugar a la última Titular incorporada a la Corporación, la "Inmaculada Concepción", como a los colores propios de la bandera del Principado de Asturias.
En un primer momento se plasmó el diseño en papel mediante grafito para, seguidamente, traspasarlo a "papel vegetal" como medio para conseguir la simetría a cuatro caras.
Una vez realizada toda la orla perimetral había que realizar el diseño central consistente en la representación corporativa y el texto alusivo.
Para éste, se realizaron pruebas de encaje utizando soporte informático. En letra capital, las mayúsculas de mayor tamaño y distinto color. Salvando las sangrías de texto con volutas doradas ayudando a romper la monotonía.
Por otro lado, el escudo de la Archicofradía consiste en una cruz de la que penden las sábanas del descendimiento y situado en un plano posterior, el corazón traspasado de puñales, representativo de los dolores de la Virgen.
En un intento de ganar expresividad y darle protagonismo en la composición, se reinterpreta el mismo sin salir de la descripción oficial, dibujando la cruz de forma arbórea y no rectangular; añadiendo iluminación al corazón y mayor detalle a los puñales. Asimismo se situa en la parte alta incorporándola visualmente a la orla.
Acabada la portada se buscó la fijación en soporte rígido y se elaboró manualmente una carpeta de legajo con lazada azul, para asegurar su conservación durante el envío.
Podemos concluir señalando que la elaboración de este encargo ha supuesto todo un reto gratificante.
Por un lado, la búsqueda de los materiales adecuados y del soporte apropiado para una obra destinada a un fin muy específico, como Libro de Reglas de una Cofradía penitencial.
Por otro y no menos importante, el trabajo previo de documentación hasta llegar a elaborar un diseño identificable y reconocible con la Archicofradía.
Y por último, la elaboración material, marcada por el reducido tamaño de la obra y por la profusión de elementos lineales y vegetales decorativos.
En definitiva, una obra que busca realzar el valor de lo que representa intentando cumplir su función de una manera meditada, con minuciosidad y elegancia.