ASSILAH. CRONISTAS DE LAS DOS ORILLAS

Medina de Assilah

Con la perspectiva que da la distancia en el tiempo, y con la exposición de los cuadernos en marcha, subo las fotografías y recuerdos de Assilah.

Al encuentro, en la ciudad marroquí, acudimos unas setenta personas venidas de diversas partes de España, Portugal, Marruecos, e incluso Mauritania.

El éxito de la convocatoria fue paralelo al nivel de disfrute de todos los que nos reunimos allí.

Es una magnífica experiencia conocer y compartir con personas que tienen las mismas inquietudes...

Distintas sensibilidades, formas de entender el arte y de comunicarse... Pero las mismas ganas, y la misma ilusión....

Dibujando en el Palacio Raissoni

                  Torre El Hamra  

Por otro lado, Assilah es lugar con mucho encanto. Llevaba mucho tiempo queriendo conocer Marruecos y  creo que es un acierto empezar por este pueblo para un primer acercamiento.

Aunque sea un tópico,  impresionan las similitudes y las radicales diferencias... Todo te suena próximo y cercano y a la vez radicalmente distinto...

La ciudad es un sitio privilegiado y no muy castigado por el turismo.
La medina esta formada por un entramado de callejas con las casas blancas y cuidadas, donde parece que se ha parado el tiempo...

En los dibujos quería que la distorsión y las curvas reflejaran un poco la propia configuración de la ciudad... donde no hay calles rectas, y los caminos invitan a dejarse llevar... A perderse sin más excusa...

Y el azul y el amarillo como colores predominantes, en contraposición a los múltiples colores gaditanos, porque aquí todo es sol, claridad, blancura y mar...

En una próxima entrada subiré el cuaderno seguido y entero...

Puedo decir que ha sido una experiencia estupenda. Unos días que se disfrutan intensamente, con la mejor de las compañías y haciendo lo que más nos gusta...
¿Cuándo repetimos?

Interior del Palacio Raissoni

Cementerio en Bab krikiya

Plaza Ibn Khaldoun